El grupo parlamentario jeltzale recuerda que “tenemos herramientas como la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales gracias a EAJ-PNV” y aboga por lograr la competencia plena en el marco del nuevo Estatuto
13Noviembre“Más pronto que tarde, Euskadi va a tener un Salario Mínimo acordado aquí. Uno que responda a la realidad socioeconómica vasca, que sea estable y que esté pactado entre los representantes de las trabajadoras y los trabajadores y quienes representan a nuestras empresas”. Así se ha pronunciado esta mañana en el Pleno celebrado en el Parlamento Vasco Markel Aranburu, portavoz de EAJ-PNV en materia de Economía, Trabajo y Empleo.
El representante nacionalista también ha afirmado que EAJ-PNV apuesta por aprovechar las negociaciones sobre el nuevo Estatuto para lograr que Euskadi asuma la competencia plena para fijar un SMI propio, sin depender del Estado. “Ahí vamos a tener la oportunidad de ensanchar nuestro autogobierno y de poder tomar nuestras propias decisiones también en el ámbito laboral y salarial”.
De la misma forma, Aranburu ha recordado que el impulso para contar con un SMI propio en Euskadi ha estado liderado por EAJ-PNV. Así, ha traído a la memoria tres acuerdos fundamentales:
1- El alcanzado entre EAJ-PNV y el Gobierno español que permitió la prevalencia de los convenios autonómicos frente a los estatales abriendo la puerta a que la negociación colectiva sea vinculante y de aplicación directa.
2- El suscrito en 2023 por EAJ-PNV, Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos en el Parlamento Vasco en el que se apoyaba el aumento del salario mínimo y se apostaba por la negociación entre patronal y sindicatos.
3- El pacto entre EAJ-PNV y PSE-EE para incluir en el programa de Gobierno el compromiso de promover la Mesa de Diálogo Social, respetando la autonomía de los agentes sociales, y que el acuerdo interprofesional recoja un salario mínimo de negociación colectiva adaptado a la realidad socioeconómica de Euskadi.
En este contexto, Markel Aranburu ha asegurado que ahora la responsabilidad de alcanzar un acuerdo corresponde a los representantes de las empresas y los trabajadores. “Es el tiempo del diálogo social y de la negociación colectiva. Sin vetos ni posiciones maximalistas”, ha concluido.