La formación jeltzale recibe con satisfacción la sentencia que, seis años después, reafirma la honorabilidad de los responsables políticos del Sistema Vasco de Salud y de las personas investigadas
EAJ-PNV ha acogido hoy con satisfacción el auto dictado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria-Gasteiz con el que finaliza la instrucción del procedimiento abierto por las presuntas filtraciones de exámenes en la OPE de Osakidetza 2016-2017, y en el que acuerda el sobreseimiento de las actuaciones tras constatar la ausencia de cualquier tipo de delito. El fallo reza que "no ha quedado ni lo más mínimo e indiciariamente justificado que quienes resultaron investigados en las referidas especialidades llevaran a cabo una filtración de las preguntas o una infidelidad en la custodia de los exámenes". Este fallo judicial viene a reafirmar la honorabilidad tanto de los responsables políticos de Osakidetza, que hace seis años se vieron sometidos a una persecución política, profesional e incluso personal, como de las personas investigadas, así como la integridad de las y los profesionales de Osakidetza. EAJ-PNV se pregunta hoy si, una vez conocida esta sentencia absolutoria, las personas del ámbito político y sindical que lideraron aquella campaña de desprestigio van a tener ahora la dignidad necesaria para pedir perdón a las personas hoy exoneradas o la coherencia suficiente para aplicarse a sí mismas el rasero que aplicaron hace seis años y presentar su dimisión.
El portavoz del Grupo de EAJ-PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi, ha afirmado esta tarde que, tras conocer el fallo, "tenemos que estar satisfechas y satisfechos", si bien ha señalado la necesidad de "hacer una reflexión muy profunda". En declaraciones a Radio Euskadi, el representante jeltzale ha recordado que "hace seis años vivimos una cacería política, sindical y mediática contra unas personas a las que se acusó de unos hechos muy graves y cuya causa, seis años después, ha quedado archivada. Y esa reflexión debe llevar a los políticos y representantes sindicales que sacaron los nombres de personas concretas en comisiones parlamentarias y en medios de comunicación a meditar si ahora les van a llamar para pedir perdón o si ahora son ellas y ellos quienes van a dimitir, porque no olvidemos que este asunto acabó en la dimisión de un consejero de Salud cuya causa ha quedado hoy archivada". Díez Antxustegi ha enmarcado aquella campaña de acoso y derribo en "una forma muy peculiar de hacer política y de hacer presión sindical".