Intervención
24Octubre
2011
24 |
Intervención

Aurrera Euskadi

Intervención
Octubre 24 | 2011 |
Intervención

ETA se acaba definitivamente. Bien. Soy de los que creo en una Euskadi en la que los diferentes sentimientos de pertenencia de quienes componemos la sociedad vasca convivan compartiendo un proyecto de país, cuyo futuro construyamos entre todos, y ello a pesar de algunas de las sentencias de la llamada Audiencia Nacional. Creo en una Euskadi en la que la voluntad democrática de sus ciudadanos sea la base de la mutua convivencia y en la que los acuerdos amplios entre diferentes sirvan para hacer frente a los retos del futuro. Creo en la negociación, en el no impedir y en el no imponer, en el derecho a decidir de los vascos y a su concreción pactada, creo en la convivencia y en la bilateralidad real, respetuosa, mutuamente acordada y amable, si es posible, entre Euskadi y España. Creo en un proyecto de futuro, líder, que se trabaja y que se gana, que lo ganaremos, trabajando entre todos codo a codo y día a día. O que no se ganará para nadie, porque al fin y al cabo todos y todas somos parte voluntaria, vital e ilusionadamente, de ese mismo proyecto a futuro, abierto y amplio. Creo en un proyecto con el que los vascos aspiramos a ser lo que deseamos y que por ahora no lo hemos conseguido del todo. Euskadi como objetivo, autoexigencia moral e imaginación creadora, lugar de contradicciones y de discrepancias, apuesta abierta de interrelación e interdependencia. Euskadi vía vasca al futuro que alumbra y se hace realidad, causa por la merece la pena luchar y en la que afortunadamente existen razonables expectativas de ganar el devenir, porque disponemos de la capacidad creadora necesaria para acometer un proyecto nacional y social, justo y solidario. Proyecto difícil que exige energía, innovación creadora, fe en nosotros e inteligencia de que fe no es que creamos lo que no hemos visto, sino hacer realidad lo que creemos y por lo que apostamos. Sin ETA. Bien.

ETA se va. Estaremos, no solamente porque acertemos en el proyecto y daremos con las soluciones, sino porque nos anticiparemos a dársela al futuro. Porque el verdadero objetivo del proyecto, el auténtico fin es la persona, el hombre y la mujer, el joven o el mayor. Las naciones, los estados, los organismos locales, nacionales o internacionales, la legislación, las gestiones y las políticas, la administración, en definitiva lo que se entiende por Política con mayúscula sólo se justifican y tienen sentido en sí mismo en la medida en que son capaces de servir a la dignidad y a la libertad esenciales a cada ciudadano y ciudadana. Estoy convencido de que veremos el día en que la sociedad vasca, el pueblo vasco de las siete tierras vascas, el “Zazpiak bat”, decidirá su futuro y se reconocerá, por unos y por otros, por los de aquí y por los de un poco más allá, que Euskadi participe con características propias en la UE y en el concierto internacional. Los vascos seremos dueños voluntarios de nuestro futuro solidario y lo haremos en fraternidad con otros pueblos, naciones y estados.  Acertaremos en el proyecto y en el cómo. Daremos entre todos con el camino correcto, con el proyecto que trate de articular realidades, sentimientos e intereses del modo más racional posible. Un proyecto que conocerá tiempos de pactos, convenios, tratados e interdependencias. Es la apuesta por un proyecto de libertad para decidir, para negociar y para acordar. Sin ETA.

Nunca más. Vivimos hoy momentos políticamente muy esperanzadores que afectan al conjunto de la sociedad vasca. Podremos conjugar o declinar el “por fin” tan deseado y añorado!! Se vislumbra a día de hoy una sociedad imperiosamente necesitada de normalizar definitivamente la convivencia política y de gestionar con eficacia definitiva la construcción de un escenario de paz garante de un futuro político compartido. Se utilizará gran tiento para fomentar las relaciones entre las partes integrantes de la sociedad vasca en su conjunto en la búsqueda de ese objetivo. Quedará clara la utilización exclusiva de procedimientos democráticos, aceptará la voluntad expresada por los vascos y fomentará la colaboración de todas las fuerzas políticas. Ya sin ETA.

Procederá en justicia y lealtad democrática recíproca exigir respeto para los vascos que quieren sólo vascos y para los que quieren ser además españoles. Se avanzará a partir de la libre decisión de todos los vascos. Se respetarán las reglas de juego. Se tenderán las manos y estrecharán sin amagos. Euskadi, la nación vasca, la construiremos con el trabajo de todos cada día, la haremos más y mejor uniendo voluntades e integrando todas las voces en torno a un proyecto común. Sin ETA, porque será historia y pasado.

Se mirará al futuro humanizando progresivamente el nudo que nos atenaza política y humanamente. Se atenderá a todas las víctimas de todas las violencias que ha habido en esta Euskadi nuestra. Jamás se olvidará, a ninguna. Se aceptará con naturalidad que el nacionalismo vasco responde a la voluntad de amplias capas de la sociedad vasca. No habrá problema en abordar con naturalidad las percepciones y voluntades diferentes, todas legítimas y democráticas, que contemplen cuestiones tan enredadas históricamente entre lo vasco y España, y sus derivadas en cuanto a los diferentes grados de conciencia nacional vasca y/o española. Se acabará el tratamiento que a menudo se le ha aplicado al nacionalismo vasco mezclándolo con la violencia y lo retrógrado. No se insultará ni satanizará, calumniará ni denostará, y así historiadores, políticos, periodistas, tertulianos, intelectuales, sociólogos y un largo etc. hablarán con rigor, propiedad y respeto sobre Euskadi y los vascos, nacionalistas o no. No habrá presos políticos ni sospecha de malos tratos, y no hará falta escribir más sobre estas cosas. Aparecerán en toda su dimensión los problemas inherentes a la sociedad que nos ha tocado vivir: paro, vivienda, inmigración, sanidad, educación, innovación, tecnologías, juventud, tercera edad, ocio, infraestructuras, movilidad, medio ambiente, Europa y un largo etc. Los políticos vascos se centrarán en ello y lograrán el triunfo de la política como instrumento en la resolución de las discrepancias. Se reformará lo que haya que reformar si la sociedad vasca así lo demanda. Buscaremos entre todos nuevos espacios de encuentro. Se respetará la palabra y la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, negociando y pactando, en primer lugar aquí entre, y con el estado después. Nada se impondrá en Euskadi pero tampoco nada se impedirá ni vetará en Madrid. Actuaremos con pragmatismo sin confundir principios con coyuntura, caminaremos con paso de buey que bordea la montaña camino de la cima. Seguiremos avanzando y mejorando solidariamente la nación vasca, en paz, sin violencia, con normalidad y altura de miras. Lo máximo no se convertirá en enemigo de lo bueno, ni lo óptimo de lo posible. Un nuevo paisaje sociopolítico se concretará sin involución posible. Sin ETA, ya historia.

El pasado está ya escrito y podemos describirlo pero ya no podemos cambiarlo. El futuro, en cambio, es el mejor regalo que podemos dar a los que nos sobrevivan, está por escribir, lo haremos, es nuestra esperanza y nuestro patrimonio intacto. Es cierto que muchas semillas no germinan nunca, pero hay que decir que hay sólo un fruto que nunca se recoge, el de las semillas que no se hayan tenido el coraje de plantar. Quiero demasiado a Euskadi como para pretender que lo construyamos los unos frente a los otros en un ejercicio aparentemente democrático, es hora todavía, porque siempre lo será, y porque la Paz también debe de ser definitivamente posible en Euskadi. Hoy mejor que mañana. Confío en Euskadi, en sus hombres y en sus mujeres, en su espíritu emprendedor, creo en nuestra identidad como vascos que somos, estimo la valía de nuestras gentes, en el derecho que tenemos a decidir y en nuestra capacidad inteligente de integrar y negociar. Un pacto de tú a tú desde la libertad, corazón caliente, mirada larga, paso seguro y cabeza fría, inteligencia y audacia responsable. Todo ello sin ETA.

Termino con Xabier Lete: “Gu ere zerbait bagera eta gauden tokitik, hemendik bertan, saia gaitezen ikusten: amets eroak baztertuz bertan, sasi zikiñak behingoz erreta, bide on bat aukeratzen. Gu sortu ginen enbor beretik sortuko dira besteak, burruka horretan iraungo duten zuhaitz aldaxka gazteak. Beren aukeran jabe eraikiz, eta erortzean berriro jaikiz, ibiltzen joango direnak. Gertakizunen indar eta argiz gure ametsa, arrazoi garbiz, egiaztatuko dutenak.” Un canto a la fe en nuestro futuro. Futuro sin ETA. Una Euskadi mejor, autogobernada, en paz y dueña de su futuro. Aurrera Euskadi...beti aurrera!!

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