Opinión
30Mayo
2011
30 |
Opinión

Una posible crónica postelectoral

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Mayo 30 | 2011 |
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He tenido a bien titular estas líneas como “una posible crónica postelectoral”, y subrayo lo de “una” pues entiendo que los resultados electorales habidos dan pie a abordar desde muy diferentes prismas y ángulos el nuevo y poliédrico mapa electoral vasco, completo por primera vez desde hace años. Abordaré pues sólo una pequeña parte, tres reflexiones y tres preguntas, de un amplio y posible abanico de cuestiones que nacen a la luz de los resultados vascos después de una campaña caracterizada por los muy escasos incidentes… y de los resultados habidos en la piel de toro.  

Primera reflexión. España está viviendo una auténtica crisis política-institucional, un choque total sin piedad entre el bipartidismo del PSOE y del PP y que se agudizará con estos resultados electorales recién computados. Es más, conforme crecen los problemas en España decrece la capacidad de estos dos partidos para afrontarlos y para más inri su incapacidad para el acuerdo no hace sino agravarlos. Nos encontramos ante un PP que ha planteado estas elecciones, y ha acertado en ello pues los millones de votos cosechados así lo atestiguan, cual meta volante final para arrebatar al socialismo importantes núcleos y ámbitos de poder, es decir para hacerse definitivamente con el Gobierno Central. Y nos encontramos también ante un PSOE que vive un auténtico desbarajuste interno de dudas sucesorias agravado por una muy diluida capacidad política de respuesta a los problemas, y atenazado y sin credibilidad alguna ante la sociedad española. Un PSOE que, salvo milagros, debido a los lamentables resultados conseguidos no harán más que agravar su estabilidad como partido y proyecto a futuro. El futuro del Gobierno de España pinta así un inevitable azul intenso gaviota.

Segunda reflexión. El PNV se ha presentado como la alternativa al pacto PP-PSE por un lado y a “Bildu” por otro, ha apostado por la estabilidad, por atender los problemas y necesidades de la ciudadanía, por la certidumbre, la gestión, la centralidad, el rigor, la certeza, la credibilidad y la claridad para responder a las necesidades de los ciudadanos desde la gestión de Ayuntamientos y Diputaciones. Sus resultados electorales han sido globalmente buenos, la opción más votada en la CAPV, aunque con diferencias territoriales muy agudas y muy notables. Ha asentado una vez más su incuestionable poderío, fuerza y presencia en  Bizkaia y Bilbao, en Araba ha obtenido unos aceptables resultados y malos de solemnidad en Gipuzkoa. Los resultados y pactos post en las diferentes capitales y Territorios Históricos, Gipuzkoa y Donostia, entiendo que quedarán a expensas de futuros pactos postelectorales, complicados algunas veces y difíciles en otras, máxime en Alaba y Gasteiz por las posibles repercusiones desequilibrantes que podrían surgir entre el PSE-PP en el Gobierno Vasco. Pactos con cuatro bailarines calentando músculos y articulaciones, incluido la propia Bildu. El PSE ha sido castigado inmisericorde aquí y allí, hasta en el propio y mismísimo feudo donostiarra de Odón. El PP vasco en su nichito procurando sacar pechito cada vez que se tercia y apelando a la responsabilidad en Gipuzkoa. Por cierto, creo que las posibles alianzas en Alaba y Gipuzkoa entre los grandes partidos están condenadas a mirarse de reojo en función fundamentalmente de los intereses de nacionalistas y socialistas (en Euskadi y en España), espejo y cruz de pactos. Apasionante incertidumbre acrobática entre la llamada coherencia ideológica de los danzantes y su supuesta responsabilidad ante la ciudadanía. La tarta es la tarta. Se vista como se vista.

Tercera reflexión. Bildu ha estado presente y ha marcado agudamente la campaña, los resultados y el posterior mapa electoral. Sus resultados apabullantes están ahí, sujetos a futuros y sesudos análisis sociológico-políticos. Estimo que puede condicionar seriamente la política de alianzas postelectorales de gobiernos locales y forales. Y que generará más de una contradicción en más de un partido. Pero de lo que creo estar seguro es que la presencia de Bildu, y los resultados obtenidos,  ensanchará el camino a la posterior legalización de Sortu de la mano de la consolidación del alto el fuego. Creo que se está abriendo una magnífica oportunidad para la paz y que los resultados de Bildu pueden representar un paso positivo hacia la normalización de la vida política vasca y la desaparición de ETA, cuestión nada baladí por cierto. Y por ello me felicito por la democracia y por Euskadi, por sus hombres y mujeres, los de hoy y los de mañana. Ojala estemos ante el punto de no retorno del uso exclusivo de las vías pacíficas y del rechazo de la violencia, ojala que estemos pasando página importante en la historia de este pueblo. Creo también que la irrupción de Bildu, fagocitará a EA, impedirá el futuro de Alternativa, vaciará Aralar y dejará sin hueco a IU y a H11. La oferta electoral está en rápido, profundo e inevitable proceso de recomposición y redefinición a cuatro: PNV, PSE, Bildu y PP.

Y para hacer boca, tres preguntas 1- ¿el Gobierno Vasco PSE-PP seguirá teniendo futuro y razón alguna de ser?, 2- ¿son extrapolables estos resultados a las futuras elecciones autonómicas vascas, y qué abanico de nuevas posibilidades se entreabren? y 3- ¿será posible en Nabarra que cristalice el cambio, o volverá el PSN a claudicar ante UPN por inescrutables razones de Estado?

 

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