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22Abril
2011
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Aberri Eguna 2011, katea ez da eten

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Abril 22 | 2011 |
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El próximo domingo es Aberri Eguna, el día de la patria vasca. Aberri Eguna cuyo lema ha sido, es y será aquella proclama política de Sabino Arana, “Euzkotarren aberria Euzkadi da-Euzkadi es la patria de los vascos” y que sintetiza la columna vertebral del ideario nacionalista vasco. Quien escribe estas líneas, por abertzale, desea sinceramente que seamos precisamente todos los vascos los que en una fecha próxima lo celebremos tal como lo hacen por ejemplo los catalanes. Y tal como ocurría antes entre nosotros los vascos. Hoy, nos contemplan 79 años de aquel primer Aberri Eguna convocado por el PNV tras la instauración de la República y que congregó a más de 60.000 personas en Bilbao (para entonces el nacionalismo catalán ya celebraba la "Díada" desde 1889 y el gallego el "Día de la Patria Gallega" desde 1919). El siguiente año, fue Donostia donde se celebró con el lema "Euzkadi-Europa". Luego vendrían Vitoria y Pamplona. Más tarde, el inicio de la guerra civil, conllevó que no hubiera una celebración unitaria aunque se festejó con actos menores en diversos lugares y durante la dictadura franquista fue proscrito. Es en 1947 cuando se produjo la primera concentración significativa en Bilbao. A partir de 1964 las convocatorias se realizan bajo fuerte presión policial en Gernika, Bergara, Pamplona etc. con cargas y detenciones. A finales de la dictadura y durante la transición fue celebrado conjuntamente por todos los partidos vascos, los nacionalistas y los de izquierdas. Y así, en 1978 se produjo una convocatoria conjunta que reclamó un Estatuto de Autonomía para los vascos. Al año siguiente los socialistas vascos decidieron dejar de celebrarlo.

Desde entonces es mucho lo que ha llovido hasta la fecha de hoy. Y ha ocurrido de todo. Recientemente, hace ya casi dos largos años, el tándem PPSOE decidió, vía la denominada Ley de Partidos, la desintegración política de la representación de unos 100.000 “votos-personas” que respiraban y respiran lo entendido domésticamente por izquierda abertzale tradicional. Ello y la previa decisión (tantas veces desmentida por los socialistas) de sumar los votos del PSE a los del PP llevaron a Patxi López a Ajuria Enea. Un aterrizaje del constitucionalismo español que empujó a EAJ/PNV, puenteado con barajas marcadas, fuera del Gobierno a pesar de haber ganado las elecciones. Por desgracia hay situaciones en las que se constata que nada hay más parecido a un español de izquierdas que uno de derechas. Y viceversa. Tiempos de “normalidad” y “cambio”.
Hoy, con el EAJ/PNV en la oposición institucional, aún siendo la opción más votada, de nuevo en el Aberri Eguna de 2011, el futuro político de Euskadi nos vuelve a exigir a las nacionalistas vascos estar y actuar con coraje e inteligencia, siempre acorde con el tiempo real y nos vuelve a demandar a los que entendemos que Euskadi es una nación a volver a pulsar la actualidad, a interpretar y saber leer correctamente las voluntades, ideas y sentimientos simbólicos, culturales, ideológicos y sociales de la sociedad vasca. Porque hoy, igual que ayer y mañana, el futuro de Euskadi lo va a determinar la voluntad de acertar en la selección de los objetivos que van a configurar en el futuro sus próximas etapas y es que la historia del Pueblo vasco no es tan sólo la historia de un “yo” que se va explicitando en el tiempo, sino también la de un fenómeno evolutivo que recibe la mayor parte de su impulso, contenido y orientación de su interrelación con otros. Dicho de otra manera, el Pueblo vasco además de serlo en sí y desde sí, también está en el mundo condicionado por la evolución general. Y estimo por ello que lo fundamental es precisamente lo que todavía no hemos sido, es decir, lo que deseamos ser mañana, la voluntad manifiesta de querer seguir siendo, el objetivo irrenunciable de la Burujabetza del Zazpiak Bat: construir la nación vasca de los siete herrialdes por encima de las fronteras. El objetivo de ser cada vez más Estado vasco.



Pero quede claro que la patria, Euskadi, no puede ser fetiche ni abstracción. Euskadi, mi patria, no es patria etérea, es colectivo de ciudadanos, hombres y mujeres concretos. Somos vascas y vascos de carne y hueso, con nombre y apellido, con memoria histórica, símbolos, euskara y cultura, sentimiento de identidad e intereses económicos. Personas de a pie con preocupaciones vitales, necesidades reales y problemas a resolver, con un patrimonio colectivo de formas mentales, imágenes, vivencias, prejuicios, mitos, arte, hábitos, estereotipos, defectos y virtudes. Concibo a Euskadi como instrumento efectivo para servir a personas que estructuran una comunidad. Euskadi como plebiscito cotidiano que apuesta por seguir poder siendo según la voluntad ciudadana que conforma la sociedad vasca. Euskadi es patria y es nación porque así lo dice la voluntad de sus ciudadanos que quieren poder autogobernarse y auto-dirigir su proyecto comunitario. Euskadi, nación y patria de los vascos, con capacidad para la realización de un proyecto en beneficio de una sociedad vasca en la que bien merezca la pena vivir.
Somos un pueblo pequeño, pero una realidad en el tablero internacional, un pueblo que ha pervivido a culturas mucho más poderosas y a civilizaciones que han dejado su huella como legado permanente en la historia. Los vascos hemos sabido no perder el pulso y tras siglos continuamos siendo, continuamos con la conciencia de querer seguir siendo en el futuro. Ciertamente ha resultado sinuoso el camino que hemos labrado para convertirnos en una realidad sociopolítica, compleja, plural, dinámica y cambiante hasta configurar la Euskadi de hoy. Y a pesar de los bruscos cambios soportados y de las difíciles circunstancias a las que nos hemos tenido que enfrentar, hemos mostrado reiteradamente nuestra voluntad de permanencia y de preservar con nuestras señas de identidad y nuestros referentes histórico-culturales, con el euskera y con nuestro sentimiento de pertenencia a una comunidad histórica por encima de delimitaciones político-administrativas. El nacionalismo vasco político, el proyecto político de Euskadi, personificado fundamentalmente en el PNV surgió y nació como agrupación natural y voluntaria de todos aquellos vascos que, más allá de la no aceptación del despojo político e institucional practicado en el siglo XIX en nombre de la nación española, afirmaron el ser nacional del Pueblo vasco y se unieron para la consecución de los derechos políticos inherentes a tal condición. Hoy y aquí, el nacionalismo vasco, más de un siglo largo más tarde, sigue teniendo toda su razón de ser. Toda.

Un recuerdo emocionado, sí, un recuerdo emocionado a nuestros mayores, a aquellos y aquellas que en momentos humanos y políticos vitalmente muy complicados y extremadamente difíciles apostaron sin titubear por la libertad, la democracia y el autogobierno de Euskadi. Un muy emocionado recuerdo por aquellos gudaris que lo dieron todo, hasta su vida, por el autogobierno vasco, por la libertad de Euskadi, por la legalidad republicana y por la democracia. Un justo y merecido histórico recuerdo a todos aquellos que en la defensa de sus íntimos ideales virtieron coraje, valentía, honestidad, coherencia y su propia sangre. Un íntimo y agradecido homenaje a los hombres y mujeres que no se resignaron nunca en la dictadura, a todos los anónimos héroes que superando el miedo, el terror y la represión más brutal no se alquilaron ni se realquilaron por nada ni por nadie y que, aún vencidos y aplastados en la guerra civil, perseveraron indestructibles en su dignidad, y resistieron sin dobleces. A todos los que en la noche oscura del franquismo cultivaron la esperanza sin desesperar.

Bajo la alargada sombra de aquel primer Gobierno Vasco del primer Lehendakari de Euskadi José Antonio Agirre y Lekube (y de todos y cada uno de sus consejeros nacionalistas, socialistas, comunistas y republicanos) y con el recuerdo de los Lehendakaris que le sucedieron, Leizaola, Garaikoetxea, Ardanza e Ibarretxe, levanto solemnemente mi copa y me uno a todos los vascos repartidos a lo largo y ancho del mundo que creen, quieren, sueñan y sienten que Euskadi es su única patria.
Gora Euskadi Askatuta!!

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