Iñaki Anasagasti
08Junio
2007
08 |
Opinión

FUERZA, EFICACIA, HONRADEZ

Iñaki Anasagasti
Junio 08 | 2007 |
Opinión

Estuve el vienes 1 de junio en la Asamblea en la que se valoraron los resultados de las elecciones del 27 de mayo. Tanto Joseba Aurrekoetxea como Josu Jon Imaz estuvieron acertados en sus análisis y comentarios. Todos sabemos lo que nos pasa y donde nos aprieta el zapato. El problema es lograr que eso no ocurra.
Josu Jon Imaz recordó la anécdota que suelo contar de Ajuriaguerra cuando en mayo de 1977 la agencia de publicidad a la que habíamos encargado la campaña electoral para las elecciones de junio ese año, nos llenó la mesa de banderines con sloganes y dibujitos. Juan Ajuriaguerra le escuchó al dueño de aquella empresa que se había venido con su creativo de publicidad y al terminar, quitó aquellos banderines y dijo categórico: 

“Lo que define al partido en éste momento se resume en tres palabras: Fuerza, porque necesitamos fuerza política para actuar. Eficacia, porque el día a día de la gente requiere soluciones, y honradez, para prestigiar la política tras cuarenta años de robo”. 

Y ese fue nuestro lema y mensaje junto a unos carteles que parecían un requerimiento de una película del Oeste en el que aparecían las fotos de todos los candidatos ya que no era partidario de que uno destacara sobre los demás, pues lo que se presentaba era el grupo, el equipo humano. 

Y con esas tres palabras, Josu Jon Imaz, realizó su análisis de lo que nos había ocurrido diciendo algo que es el meollo de la cuestión: no existe el voto ideológico, porque hay más tipos de votos y cada vez los partidos somos menos dueños de ese voto que consideramos nuestro. Por eso se impone un trabajo intenso, mayor cercanía, acierto en la elección de candidatos, humanismo e ideas claras.
Y sobre todo tener claro que no se puede ser solo socialista, o socialdemócrata o comunista o liberal o abertzale. Hay que ser algo más. En el caso de la gente del PNV abertzales, sin complejos y con principios: defensa de la vida, honestidad, humanismo, solidaridad. 

Todo esto es la clave de un proyecto con perfiles propios y por espacio de 112 años nos ha dado la centralidad en el país. 

El mensaje del electorado tras las elecciones autonómicas del 2005, fue claro. Este segundo mensaje ha sido más claro todavía. Solo nos queda decir: te he entendido y, tienes razón.
Pues eso.

¿TIENE QUE TENER LETRA EL HIMNO VASCO?

Anda el mundo deportivo todo alborotado porque quiere que el himno español tenga música y letra. Quieren cantarlo con la mano en el corazón como ocurre en otros lugares. 

No seré yo quien les diga lo que tienen que hacer porque mi himno es el “Euzko Abendaren Ereserkia”, aunque a los antisistema y a acomplejados varios, no lo consideran así. 

Es normal. Nunca han sido muy demócratas y por qué van ellos a acatar una decisión parlamentaria. Otra cosa sería que les gustase otro, porque de gustos y colores no han escrito los autores, sino lo de ellos es el “Eusko Gudariak” una bella marcha guerrera del PNV donde se hablaba de “Euzkadi askatzeko”, nunca de “Euskal Herria askatzeko”, pero, con estos señores antitodo ya se sabe. 

Por eso hay que recordar que el conocido como “Gora ta Gora” es el himno de la Comunidad Autónoma Vasca por aprobación del Parlamento Vasco. Es por tanto, ley, y en cuanto a música, Carmelo Bernaola me dijo que nunca un himno tuvo mejor melodía y sonoridad y que no renunciásemos a él.
Pero no solo lo es desde los años ochenta. 

Jose Antonio de Aguirre, el primer Lehendakari de Euzkadi, en su descargo ante el Congreso Mundial Vasco celebrado en París en 1956 hablaba de esto: 

“…Asimismo, se acordó en 1936 el himno “EUZKO ABENDAREN ERESERKIA”, que desde entonces fue ejecutado en los actos oficiales. El País estaba en marcha, y en ello tienen una participación fundamental todos los hombres, de todas las ideologías, que componían el Gobierno Vasco, que comenzaron su vida oficial dando muestras de un sentido tolerante y de una capacidad responsable que siguió manifestándose en todos los momentos importantes de nuestra vida gubernamental”. 

Más claro agua. 

Pero en 1981 cuando aprobamos por ley el himno vasco se acordó que fuera sin letra. Pues bien. Estamos como el himno español, con la diferencia, que nuestro bello himno, como apenas se entona a pesar de ser ley, no hay debate en Euzkadi. 

Por eso me salgo del debate español y me voy al campo vasco ¿Tiene que tener letra o no el Himno Vasco?

PRINCIPE DE ASTURIAS A GORE

Se le ha concedido el Premio Príncipe de Asturias a Al Gore. Le he visto al ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, leer el por qué se lo entregaban a Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos. Detrás de él un montón de glorias y viejas glorias a los que me habría gustado preguntarles si habían visto la película de Gore ganadora de un Oscar al mejor documental del año pasado. Yo si la vi.
Pero Al Gore suena. Al Gore ha sido vicepresidente de los Estados Unidos. Al Gore está de moda con el debate sobre el cambio climático y por eso le dan el premio y, si además, viene a recogerlo y suelta el discursito de turno, todo es a mayor gloria de estos premios que sólo premian lo consagrado, lo que da glamour al propio premio, que, con dinero público, promociona el Principado. Todo muy legítimo pero todo muy de pensamiento políticamente correcto y falso.

Gore gana frente a Intermon. Esta ONG ha hecho más por el Medio Ambiente que Al Gore, pero todo sea por el acto de Oviedo. 

Estos premios tienen trampa y no promueven lo emergente sino lo muy consagrado a mayor gloria de ese gran cotarro. Se lo llegaron a dar a Woody Allen. 

Me gusta Gore. Pero me hubiera gustado más que Al Gore que ganó las elecciones presidenciales en los Estados Unidos frente a Bush, hubiera hecho valer su mejor derecho. A la humanidad le hubiera ido mejor con Gore que con Bush. Pero Gore no peleó. 

Me parece muy bien y les aplaudo a los buenos asturianos que ven como se promociona su tierra. Zorionak! Pero, estos premios, tienen trampa. Mucha trampa. Sólo los consagrados. Sólo lo que suena. Sólo en clave de glamour. Todo de cartón piedra.
Una pena.

COMO CREAR UN PERIÓDICO EN CUATRO MESES 

Si algo tenia claro Sabino Arana, como Simón Bolívar, era que la "prensa es la artillería del pensamiento” y por eso, basó mucho de su divulgación nacionalista en libros y ediciones de periódicos. 

El uno de febrero de 1913, diez años después de su muerte, salió a la calle el diario “Euzkadi”, con su letra gótica y su ideología de prensa de partido y de combate. En tiempos de la República la Tipográfica General editó ya tres diarios. "La Tarde”, vespertino. “Excelsior”, deportivo y “Euzkadi”, político. Era a manera del Grupo Vocento local de la época. Todo un emporio, que fue destruido en junio de 1937. 

Normal. A todas las dictaduras les molesta, les agrede y les amenaza la libertad de expresión. Por eso nada más entrar los franquistas en Bilbao, acabaron de un plumazo, con esta artillería e incluso repartieron sus despojos y edificio en los diarios que se constituyeron en el sostén de la dictadura durante cuarenta años: “La Gaceta del Norte”, “El Correo Español”, “Hierro”, “El Diario Vasco”, “El Pensamiento Alavés”, “El Diario de Navarra”, y “Unidad” que fueron la nueva artillería en la que descansó la opinión y defensa de la dictadura que celebró sus fastos y cantó sus hazañas. Y además lo hicieron con aquellas rotativas y con aquellos equipos robados a aquella artillería democrática. 

Muerto Franco en 1975, Juan Ajuriaguerra tenía claro que nada podía hacer el nacionalismo sin una prensa propia y desde el mismo día del fallecimiento del dictador comenzamos a estar presente, clandestinamente, con una hojita, a la que poníamos el nombre de “Euzkadi” y que nos iba sirviendo para informar y crear organización en ese incipiente trabajo democrático de ir creando una tela de araña que se convirtiera en el armazón que todo partido debe tener para discutir sus cosas aprobar sus políticas y lanzan a sus gentes.
En 1976, nos detuvo la policía en la calle Egaña de Bilbao a Bingen Zubiri, Joseba Goikoetxea y a mi cuando elaborábamos uno de esos “Euzkadi”s llamando al “Aberri Eguna” de Iruña y a la condena del secuestro de Ángel Berazadi, empresario gipuzkoano, secuestrado, y, posteriormente asesinado por ETA. 

A raíz de ese hecho comenzamos a editar la publicación en la imprenta Axular de Donibane Lohitzun y, ya, en el interior a partir de octubre de ese año 76. Pero había que dar un salto cualitativo pues Suárez comenzó a ensanchar las avenidas de la libertad de expresión. 

En reunión del nuevo Bizkai Buru Batzar se decidió dar ese salto y trabajar para poner en el mercado un diario de partido, a la imagen de aquel exitoso “Euzkadi”. Pero como este tipo de aventuras periodísticas no se pueden hacer sin dinero, se le encargó a Sabin Zubiri que trabajara en dos iniciativas. La de los sablazos a gentes que tenían sus duros y a los nacionalistas de alpargata porque se quería involucrar a mucha gente en esta iniciativa, así como a las comunidades de Venezuela, Argentina, México y Laburdi. 

Para lo primero Xabier Arzalluz, Luís M. Retolaza, Mitxel Unzueta, José Elorriaga y alguno más te invitaban a comer y te pasaban una buena factura en los postres, en el restaurante Balliak de la Alameda de Rekalde. Y ahí estaba Sabin Zubiri, entonces con 56 pletóricos años pasándote esa minuta. En febrero ya tenía nueve millones de pesetas, en marzo veintidos, en abril y mayo cuarenta y siete y casi en junio, cincuenta y nueve. Pero hacían, falta otros cuarenta y Sabin con su gabardina de inspector Gadget se fue al Banco Vizcaya y pidió un crédito de cuarenta millones y, entonces, como ya olíamos a cierto poder nos lo dieron sin problemas, aunque luego, nos lo cobraron íntegramente. 

Pero había que montar toda una empresa desde la nada. Local, rotativa, personal, periodistas, chóferes, repartidores, en definitiva todo un tinglado muy minucioso y de eso se ocupó el tractor Gorordo con Iñaki Etxeberria, Ignacio Nolte, Arrieta y mi hermano Koldo. A éste le pidieron buscara un teletipo como fuera. Entonces no había ni fax, ni ordenador, ni móviles. Y lo consiguió en la naviera de Ramón Sota. Cuando dijo que lo tenía, Gorordo ya lo había conseguido en otro sitio. También le tocó contratar al personal que se ofrecía para todo, colaboradores, trabajadores, en definitiva colas. Era lo nuevo, era el futuro. 

Fui con Gorordo a Iruña, a plantearle la dirección del periódico a Mirentxu Purroy .Era entonces la exitosa directora de “Punto y Hora de Euskal Herria”. Nos dijo que no podía. Cuando salimos de la reunión nos había llevado la grúa el coche.”¡Vaya!” nos dijimos. “Sin directora y sin coche”. 

Propuse a Ignacio Iriarte, director de la Hoja del Lunes de Bilbao como director de Deia. Sabía éste lo que era un periódico. Lo dirigía semanalmente. Comimos con él en una cafetería de la calle Colón de Larreategui. No nos dijo que no, y al final aceptó. 

El nombre del medio fue elegido en una reunión del BBB. Todos los burukides nos pusimos a dar nombres. Juan José Pujana tomaba nota. Todavía tengo la hoja con esos nombres. 

Yo propuse el de “Euzko Deya”. Era el nombre de las publicaciones que el Gobierno Vasco editaba en Argentina, México y Paris durante el exilio. La agencia Aurman le quitó lo de Euzko y se quedó en Deia. Corto y eufónico. El creativo de esta agencia, Enrique Ibabe propuso como logotipo el de un heraldo con su cuerno. Lo sacó de una kutxa del Museo San Telmo. Lo de “Gure Lurraren Deia”, lo puso la agencia. Pero resultó que el nombre de “Euzko Deya” lo tenía registrado Martín Retana. Le dijimos a su primo Marcos Vizcaya que nos lo gestionara. Lo hizo. Retana, cedió el nombre. 

Había mucho entusiasmo pero también mucha incertidumbre. No se sabía en aquellos momentos que era el PNV y que fuerza tenía por detrás, y tampoco teníamos permiso del Ministerio de Información y Turismo para salir a la calle. Karmelo Renobales se empleó a fondo. Logró una entrevista con el ministro Reguera Guajardo. Le dijo que no había que dejarle el campo libre al PSOE. Y dieron ese permiso siete días antes de aquellas primeras elecciones democráticas de 1977. Y salió. Había que ver las caras de aquellos veteranos viendo a la rotativa escupir los primeros Deias. Cuarenta años de silencio se rompían. Aquello era suyo. Muy suyo. 

Luego se decidió que el periódico no podía ser de partido. Que los tiempos habían cambiado y la prensa de partido había pasado a la historia. Que había que hacer un periódico abierto, nacionalista, que abarcara desde el autonomismo al independentismo y que tratara temas sociales. Y que fuera mayoritario. Lo malo es que no se complementó con una audaz prensa de partido. Fue un error. 

Pero aquí está DEIA, treinta años después. Si del Athletic decía la revista el L´Equipe que es un caso único en el mundo, Deia no le va a la zaga. Sin Murdoch, Vocentos, Prisas y Recoletos por detrás, resistir treinta años los embates de la política vasca y seguir estando cada día en los kioscos, no deja de ser un milagro que ojalá siga otros treinta más, pero reconociendo que hubo en 1977 una serie de quijotes que recogiendo la herencia de Arana, siguen creyendo que la prensa es la artillería del pensamiento. Y, en el caso de Deia, del pensamiento nacionalista democrático al servicio de toda la sociedad.

CROATAS, FRANCESES Y PRESIDENTES, DE VISITA EN EL SENADO 

El Senado es una casa que continuamente está recibiendo gente de todas partes. Continuamente. Otra cosa es que lo normal no sea noticia y que el eructo de uno de estos anormales dogmáticos llenan los espacios para nada y lo inunde todo, aunque de cada de estas visitas se podían sacar muchas conclusiones y reflexiones. 

El lunes nos visitó la presidenta del 61 Periodo de Sesiones de las Naciones Unidas. Se llama Jequeesa Haya Rashed Al Califa. A la sazón se desempeñaba como Consejera jurídica de Tribunal del reino de Bahrein. Fue una de las primeras mujeres en ejercer la abogacía en su país así como embajadora en Francia, Bélgica, Suiza y España. 

Ardiente defensora de los derechos de la mujer, particularmente en la esfera jurídica, la Jequeesa ha participado activamente en el movimiento para mejorar la condición de la mujer de Bahrein ante los tribunales de la terrible sharia islámica y promueve la interpretación progresista de los textos islámicos en lo referido a la mujer. Va a ser la tercera mujer en desempeñarse como Presidenta a la Asamblea General.
Nos habló de todas estas cosas y del cambio climático. La mujer y el cambio climático es el discurso de todos estos foros. 

Vino acompañada de la Directora de la Casa Arabe y del introductor de embajadores Estanislao de Grandes que vivió el secuestro de la embajada de Perú y del embajador ante Naciones Unidas, Juan Antonio Yañez al que le tengo loco con las fotografías de los embajadores franquistas que cuelgan en su legación. Al parecer, en el cambio de sede, se han quedado en el camino. 

La Asamblea General es el principal órgano deliberante. En ella están representados todos los estados miembros, cada uno con un voto. Las cuestiones gordas y presupuestarias se deciden por votación de dos tercios. Los demás por mayoría simple. 

Asimismo el martes por la noche cenamos Zubia y yo en la embajada francesa con una delegación de senadores franceses que llegaron a Madrid vía Barcelona para estudiar como se hace por estos lares la formación y contratación de magistrados. 

La residencia del embajador francés es un palacete en una finca de 21.000 metros cuadrados en el centro de Madrid de quitar el hipo. Data de 1941, en plena guerra mundial y bajo el régimen de Vichy. 

La acogida fue cordial y la conversación interesante. Presididos por Pierre Fauchon que es el portavoz de la Comisión de Leyes del Senado francés están viajando por Europa para obtener datos de cara a la discusión en el Senado de su país que prepara un proyecto de ley sobre este tema. 

Como habían pasado por la Escuela Jurídica de Barcelona les pregunté por el bilingüismo, por si lo contemplan en su país. 

“¿Bi, que?”, respondieron. 

Nada, que este asunto, en la patria del ciudadano, ni lo contemplan. 

Participé asimismo en una reunión con una delegación del parlamento croata dedicada a la integración de su país en Europa. La presidía un parlamentario de la oposición. Creen que en tres años, y si las cosas no se tuercen, serán miembros de pleno derecho. Les pregunté por el euro y Turquía. El euro lo acaban de implantar en Kosovo y ellos andan en ello. Sobre Turquía, son favorables a su ingreso pero no quieren coincidir con los turcos en la entrada. 

Hablamos de Catalunya y Euzkadi. Venían de Barcelona. No quisieron tocar el asunto. Todos estos países, una vez independizados, tocan la puerta de la UE. Como haríamos nosotros. Pero lo que quieren ahora es tener una buena relación con España. La solidaridad acabó cuando conquistaron la independencia. Lo que ocurrirá cuando logren lo mismo los polisarios. Si te he visto, no me acuerdo.
Por eso yo, estas cosas de que todas las libertades son solidarias, visto lo visto, me lo tomo con filosofía. Y con distancia. 

Inglaterra no tiene amigos ni enemigos. Sólo intereses permanentes.
Pues eso.

DOBLETE

El sábado 1 de junio hice el doblete con Josu Erkoreka. Por la mañana, mientras en Sabin Etxea, los cabezas de lista con los presidentes de las Juntas municipales analizaban los resultados electorales, nos dirigimos a Lizarra (Estella) con objeto de acudir a la séptima edición de la entrega del premio Manuel de Irujo, en este caso al escritor Pablo Antoñana. Tardamos una hora y veinte minutos. 

Habíamos estado también en la edición del año pasado entregando a “La Gran Enciclopedia Auñamendi”. El primero que se otorgó fue a Jimeno Jurio y posteriormente a Goio Monreal, Etxenike, Satrustegi y Haritschelhar. 

Y fuimos por dos motivos. 

Por la entrega del premio en si y por homenajear a un escritor original y crítico como Antoñana así como para animar a los estelleses de la candidatura Na-Bai y a las gentes del PNV que han trabajado muy bien estos cuatro años pero han sufrido las consecuencias de la feroz campaña de UPN y del navarrismo más asilvestrado que ha dado como consecuencia que gentes que votan al PSN no lo hayan hecho y ese bajonazo ha logrado para UPN la mayoría absoluta. 

Tras cuatro años de trabajo en los que logramos en los presupuestos de Madrid una partida jugosa para un Parque Tecnológico en Lizarra e incluso ubicar la Plaza Irujo, me decían que el año que viene dudan mucho que el nuevo ayuntamiento les deje celebrar el premio Irujo donde íbamos a hacerlo, ese día en la Estación. Así se gasta los cuartos UPN en el poder. 

Y digo que hicimos doblete pues volvimos a comer, al segundo plato, a Bakio donde cada año se celebra la comida de afiliados con miembros del BBB, ayuntamiento y Juntas Municipal. Fue en el antiguo Gabiano, que será el nuevo batzoki. 

En esta localidad hemos bajado en votos y han entrado en el ayuntamiento fuerzas que no han estado en esta legislatura pasada y, aunque se conserve la mayoría, están obligados a tratar de integrar y trabajar conjuntamente con otros partidos y discutir más los problemas del pueblo. 

De estas situaciones complicadas solo se sale con perseverancia, trabajo, cercanía y gastando mucha saliva y suela de zapato. Pero se sale. ¡Vaya que si se sale!

AJURIAGUERRA, TODA UNA VIDA DEDICADA AL EAJ/PNV 

Durante décadas Juan Ajuriaguerra fue la auténtica llama que mantuvo con vitalidad el Partido Nacionalista Vasco. Años después de su muerte, el mensaje transmitido por toda una vida dedicada al movimiento sabiniano mantiene hoy una enorme vigencia. Tal y como señalá Jesús María de Leizaola, las nuevas generaciones no pueden ignorar la trayectoria de un hombre como don Juan. 

Con raíces en Otxandiano, pueblo de Bizkaia que cuenta con muchas batallas de resistencia, Juan Ajuriaguerra Otxandiano nace en Bilbao en 1903. Su padre, dedicado al oficio de la construcción, es de ideas arraigadamente carlistas, mientras su madre accede al nacionalismo influenciada por la fuerte personalidad de su hijo Juan. Este estudia Ingeniería Industrial en Bilbao. En su biografía no puede dejar de anotarse, de alguna manera, las personalidades de sus hermanos Flavio y Julián, ambos notables en carácter aunque muy diversos. Flavio fue un hombre dinámico, emprendedor de actos audaces en plena guerra civil entre los que se pueden contar como relevante y espectacular el que realizó con documentación falsa y un camión para retirar importante documentación del Gobierno de Euskadi de manos de los franquistas y que suponían la salvación de muchos hombres y mujeres. Su otro hermano, Julián, fue un eminente médico psiquiatra, especializado en niños y reconocido a nivel europeo. Sus hermanas Rosario y Marina han sido a lo largo de la vida de Juan valioso soporte moral y compañía reseñándose aquí que Rosario se especializó en Bélgica, en plena guerra, en asistencia social graduándose con brillantes calificaciones pese a su dificultad en el idioma. 

Joven con genio y carácter 

De una familia poseedora indudablemente de genio y carácter, Juan accede prontamente a altos puestos dentro del Partido Nacionalista Vasco. Desde muy joven se inscribió en los grupos de "Mendigoizales" o montañistas y la afición por este deporte le duraría toda la vida y afinaría sus sentidos y ampliaría sus conocimientos para los posteriores pases de frontera clandestinos que habrían de salvar tantas vidas en las duras épocas de la Guerra Mundial y la represión franquista. 

Es en 1934, a los 31 años, cuando es elegido en la Asamblea Regional de Bizkaia para formar parte del Consejo Ejecutivo del Partido o dicho en euskera, del "Bizkai Buru Batzar" del cual unánimemente, es aceptado como Presidente. Dentro de una organización profundamente democrática su elección presenta ya el primer reconocimiento de su valía de la que tan amplias pruebas fue dando a lo largo de su batalladora e infatigable vida. Para entonces, en el campo profesional, trabajaba desde hacía años en la Compañía Babcock-Wilcox que lo contrató incluso antes de finalizar sus estudios. 

Organizador hábil y firme 

Siguiendo su trayectoria política lo tenemos al poco tiempo desempeñando funciones dentro del "Euzkadi Buru Batzar”, máximo organismo ejecutivo del Partido Nacionalista Vasco. Es en ese cargo que lo encuentra el año 1936 y le corresponde por lo tanto parte de la importante y dramática responsabilidad de enfrentarse a las decisiones políticas que el Pueblo Vasco y el Partido Nacionalista Vasco asumieron entonces. De toda la rica y profunda tradición democrática del Pueblo Vasco surgió la responsabilidad de cerrar filas en defensa de la democracia y de la constitucionalidad que en aquel momento detentaba la República Española y comenzó el difícil equilibrio que consistió en mantener la calma y el respeto ciudadanos la conciencia cívica y religiosa intactas, mientras se luchaba arduamente por el Estatuto de Autonomía y mientras se organizaba -y eso estuvo en sus manos- la milicia del Partido Nacionalista Vasco que dio 26 batallones para la defensa de Bizkaia. La provisión de armamento fue una de las mas difíciles tareas y también de las más dramáticas en aquellos momentos. 

Aprobado el Estatuto el 1 de octubre de 1936y dispuesto a la Jura de Gernika el Gobierno de Euskadi para octubre el 7 de Octubre de 1936, una de las tareas de Juan fue procurar armamento a su ejército en un plazo no mayor de 48 horas. Esto se realizó gracias a la minuciosidad, dedicación y cuidados elección de hombres para desempeñar difíciles tareas en las que tan importante era la confianza como la inteligencia, la prudencia como el valor. Entre aquellos hombres pueden darse nombres como los del casi legendario Lezo y los de Andrés Irujo, dispares en profesión y temperamento, pero aptos para tan delicadas tareas. En esto, como en tantas cosas más a lo largo de su dilatada gestión política, Juan Ajuriaguerra demostró ser no tan sólo un dirigente apto sino un profundo conocedor de la psicología humana, un .organizador hábil y firme, y además un hombre totalmente entregado a la causa nacional y política que marcó su vida y a la que consagró su inteligencia y corazón. 

"A la hora en que los demás huían, él retornaba" 

Su intervención fue pues determinante en el esfuerzo de organización del Ejército Vasco ("Euzko Gudarostea", y también en la evacuación de Bizkaia en su última hora. Dijo de él Manuel Irujo: “A la hora en que los demás huían, él retornaba". Y con esta simple frase casi puede resumirse su gesto —que él hizo sin importancia ninguna, como un acto natural de deber y solidaridad con su pueblo— de dejar el cómodo asilo de Donibane Lohitzun para marchar a Santoña. Dicen que su madre le preguntó, en euskera, único idioma en que hablaba la familia- "¿A dónde vas, hijo?". Y que él sólo contestó: "A Santoña". 

En Santoña estaba el ejército vasco después de su heroica y brava resistencia, en manos de los italianos. Con Juan Ajuriaguerra volvió a ellos parte de la moral perdida. Fue Juan el que dirigió las conversaciones de Capitulación del Ejército Vasco con el Cuerpo Expedicionario italiano en el Frente del Norte. En estas Capitulaciones, llamadas Pacto de Santoña, los vascos se entregaban sin armas a los italianos pero se les respetaba la vida y se les garantizaba un trato digno como soldados. Pero esto es bien sabido que no se cumplió y pronto comenzaron las represalias lamentables que llevaron a tantos hombres al paredón de fusilamiento. Juan Ajuriaguerra inicia entonces una huelga en protesta contra los italianos por no haber cumplido su parte en el Pacto y haber entregado a los gudaris en manos implacables y enemigas que los juzgaron no como soldados vencidos sino como traidores. Esta huelga sólo es rota por orden del Máximo Consejo del Partido. 

El dirigente de las sombras 

Durante 800 días pesa sobre él una condena de muerte y esperando la ejecución de ella a cada momento organiza, sin embargo, diversas actividades en la cárcel para animar el espíritu de sus hombres. Es indultado en 1943 y posteriormente confinado a Pamplona donde inmediatamente enlaza con gentes del Partido, y comienza la larga serie de trabajos en la clandestinidad: servicios y actos de resistencia, ayuda a encarcelados, pase clandestino de aliados, etc. Durante más de treinta años domina la escena de la clandestinidad vasca. Es el dirigente de las sombras que continuamente tiene que cambiar de domicilio y de ciudad y que jamás se deja fotografiar Sin embargo, profundo conocedor del alma humana, sabe bien que la clandestinidad tiene graves inconvenientes para la formación de los nuevos patriotas vascos porque formaba un clima irregular y morboso. 

Dice Gerardo Bujanda de aquella época: “…en el año 1951 en que hubo una huelga que ocasionó algunas bajas y exilios, me dijo: "Atrévete a pensar y obrar, no en contra, sino por encima y por delante de lo que hasta ahora has visto". Quizás con esto pueda resumirse muchas de sus actuaciones, del vigoroso impulso que lo hacía marchar y que le obligaba a hacer marchar a otros. 

Más allá del hombre de acción 

Fue un hombre de acción, pero también y esto no deja de ser curioso, fue un hombre hondamente preocupado en la recuperación y mantenimiento y conservación de papeles para que la historia no se perdiese. Durante tres años largos estuvo trabajando en su refugio en Laburdi, concretamente en la Sede del Partido en Anglet (Beyris), en la microfilmación de documentos importantes para rescatarlos a la posterioridad cuando pudiera escribirse la historia de Euzkadi. Cuenta quien con él trabajó en aquella época, Ander Barrutia, que estaba largas horas de pie hasta casi el amanecer, fotografiando los documentos, clasificándolos, ordenándolos. También estuvo comprometido en la distribución de la Propaganda clandestina para Euskadi Sur que era el alimento espiritual de la Euskadi resistente y combatiente en los largos años de franquismo. Y fue además y también el máximo dirigente de Resistencia Clandestina Vasca cuyos mayores y más importantes logros fueron las huelgas de 1947, 1951, y los Aberri Eguna de 1964 al 68 que marcaron hitos de afirmación nacional en la larga lucha de la represión del Pueblo Vasco. 

Visión europeista de Euskadi 

Pero Juan Ajuriaguerra era un hombre que veía lejos para su país porque su amor no era —por todo cuanto hemos ido diciendo— ni pequeño ni cerrado. Su visión era una Euskadi en Europa. Una Europa de pueblos como había proclamado en 1932 el propio Partido Nacionalista Vasco en un grito de imaginación política casi profético. Por esto y para esto dio numerosas conferencias en Organismos europeos y se preocupó de la situación que en ellos habría de ocupar el Pueblo Vasco, con sus derechos históricos y su personalidad entera en un marco respetuoso a las personalidades de todos los pueblos de Europa. 

Quizás esto lo percibía con mayor intensidad siendo, como era, un hombre profundamente pacifista, profundamente preocupado por cuanto de terrible y degradante tiene la violencia en la sociedad humana, y por comprender que la violencia sólo se genera en situaciones de represión e injusticia, de avasallamiento irrespetuoso de los derechos humanos, de violación de cuanto el hombre aporta desde lo más íntimo de su ser a la sociedad de la cual forma parte. 

A la muerte de Franco, cumplidos ya los 72 años, pero con el vigor intacto y con la ilusión agrandada por cuanto había luchado y parecía al final realizable, comienza una serie de contactos con fuerzas democráticas del Estado español, reorganiza su Partido para una acción política eficaz en los nuevos tiempos y 42 años después del gran conflicto de la guerra de Euskadi, es reelegido presidente del "Bizkai Buru Batzar" y emprende la campaña de elecciones para las cuales selecciona un lema sobre el que parece forjarse su propia vida: "Fuerza, Eficacia y Honradez". 

No jugar al todo o nada 

Es elegido diputado de Bizkaia y comienza su lucha en Madrid por los derechos del Pueblo Vasco. Se ha dicho de él que era partidario de negociar, “a tomar del lobo un pelo, sin jugar a todo nada" como afirmó Manuel de Irujo. Pero en enero de 1978 comenzó la manifestación de su enfermedad. La tos seca y fuerte, constante y brutal. Su propio médico, una vez sospechado el diagnóstico de la enfermedad mortal, se lo debe explicar ante la insistencia de Juan Ajuriaguerra. "¿Cuánto tiempo?", pregunta. Y el médico, familiar y amigo suyo, contesta "Quizás un año". Entonces Ajuriaguerra contesta: "¡Qué poco tiempo para todo lo que hay que hacer!". No pensaba en "su tiempo". Pensaba en el tiempo de Euskadi. En lo que tenía que aportarle hasta la última hora. Hasta el último extremo de su energía. Su último año fue en realidad algo distinto. Había sido un hombre de trabajo y de lucha, de clandestinidad y de silencios. Sin embargo, en su último año de vida, se dejó retratar, dio mítines, y sonrió abiertamente aunque estaba muy preocupado por Euskadi. Quizás, por primera vez en toda su vida, dejó que mucha gente conociera esa fina veta de humor vasco que había en lo más profundo de su ser y también dejó abrir un poco, un poco nada más, las puertas de su corazón para que todos supiéramos que si había sido duro, exigente, terco y obstinado fue por amor. Por obtener una Euskadi libre y en paz como la hemos soñado a lo largo y ancho de nuestro devenir histórico. 

Simbólica muerte 

Su muerte en Iratxe tuvo también algo de providencial. Volvió a la Nabarra de su exilio en busca de sol y de reposo. Para él Nabarra era la clave del progreso y de la unidad vasca. El crisol seguro donde podía forjarse la Euskadi del futuro. Hombre hondamente preocupado por la Historia, traía en su bagaje libros de historia de Nabarra y escritos en francés. Porque además de profundo conocedor del euskera y del castellano, conocía ampliamente el alemán y el francés. En sus últimos días sus ojos parecieron agrandarse y volverse más inquisitivos, más audaces, más certeros. Y dejó a un lado la combativa exigencia, para tornarse amable, tranquilo y afectuoso. Y también se pudo percibir el hondo sentimiento religioso que marcaba los pasos de su existencia y alentaba su sentimiento humano. No fue extraño que muriera bajo un Cristo y junto a una ikurriña, en tierra de Naba¬rra. Era todo un símbolo del hombre del patriota que había sido a lo largo de toda su vida. 

Para terminar vale reproducir las palabras con que su presidente y amigo, Jesús María de Leizaola, lo recordó en el funeral de Donibane Lohitzun: "Al ocurrir la muerte de un hombre como él cabe que a cualquiera le ocurra en su mente, lo nuestro se hizo ya". Pero quienes sabemos cómo era él, sabemos también cuál sería exactamente su respuesta: "No, no, sigamos adelante. Lo nuestro sigue en pie todavía".

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