Opinión
30Abril
2005
30 |
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1 de mayo: ¿pasamos?

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Abril 30 | 2005 |
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Este domingo, 1 de mayo, celebraremos el día de los trabajadores. Para algunos, un puente para unas vacaciones y escapadas merecidas, , para otros, un día para el recuerdo y la reivindicación. En este día volveremos a ver a partidos políticos y sindicatos firmando carteles reivindicativos, encabezando manifestaciones o gritando proclamas en favor de los derechos de la clase trabajadora. Atrás quedará el balance de un año donde ha sido una constante la falta de consenso de los partidos políticos a la hora de acordar las transferencias pendientes en materia sociolaboral, reivindicada por el Gobierno vasco desde la aprobación del Estatuto de Gernika como instrumento básico para la solución de los problemas socio-laborales; o la ausencia de una unidad de acción sindical en las diferentes negociaciones ante la patronal que, en muchos casos, han llegado a provocar enfrentamientos entre los propios trabajadores.

Sin embargo, en este primero de mayo, al igual que durante todo el año, los jóvenes volveremos a ser los grandes olvidados. Resulta triste tener que recordar siempre que nosotros, los jóvenes de Euskadi, formamos también parte del colectivo de trabajadores; con una diferencia manifiesta: Que nuestra condición de edad nos hace, si cabe, más vulnerables.

Cuando hablamos de tasas de desempleo, de precariedad laboral, de temporalidad, hablamos sobre todo de nosotros. Ése es nuestro día a día.

Muchas veces se nos dice que somos la generación de jóvenes mejor preparada de la historia, y es verdad. Nos preocupamos de nuestra formación y de mejorarla constantemente pero, al mismo tiempo, somos los que mayor inestabilidad laboral soportamos. Somos el colectivo que mayor tasa de desempleo registra y, además, somos los principales sufridores de la tantas veces denunciada precariedad laboral ‘‘ad hoc’’ en forma de contratos en prácticas, o por mediación de las empresas de trabajo temporal. ¿No es esta circunstancia en sí misma una gran contradicción?¿Cómo puede explicarse? Aportamos una mejor formación y es cuando peor se nos trata. ¿Es esto socialmente soportable?

Los jóvenes de Euskadi tenemos ilusión por seguir superándonos en el desarrollo formativo y humano, y por conseguir una independencia económica y personal que muchas veces no llega. La inestabilidad laboral junto con el elevado precio de la vivienda nos obliga a seguir dependiendo económicamente de la familia. Esta situación nos impide hacer planes de futuro e incluso mirar al futuro con ilusión. ¿Dónde queda la denuncia de esta realidad en el 1 de mayo? A los jóvenes se nos acusa de ‘‘pasar’’de todo. Se nos reprocha la falta de implicación en la sociedad. Pero, ¿no será que son otros los que pasan de nosotros? ¿Dónde está el recuerdo al colectivo joven en las reivindicaciones del 1 de mayo?

Necesitamos compromisos concretos de los agentes sociales, económicos, culturales y políticos. Pero antes de hacer reclamos, también tenemos claro que es necesario que seamos nosotros quienes, como contrapunto a estos reproches, nos comprometamos social, cultural y, sobre todo, políticamente. Tenemos que buscar respuestas desde el compromiso, porque somos nosotros quienes mejor conocemos cuáles son nuestras necesidades. Son nuestros problemas, es nuestra vida, es nuestro futuro lo que está en juego y no podemos pasar de esto.

Los jóvenes tenemos que implicarnos en la sociedad para que la sociedad se implique con nosotros, sólo así encontraremos soluciones. Es nuestra vida, nuestro futuro. El futuro de nuestro País. Euskadi está en nuestra manos y los jóvenes vascos no debemos pasar,y ¡NO PASAMOS! Que quede claro.

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