El ‘‘talante’’ de Rodríguez Zapatero oculta, amén de algunas contradicciones evidentes, la falta de compromiso del PSE de López con el ‘‘Estatuto de Gernika’’ (en este punto, reto a cualquiera a que señalen en qué momento, en qué medio o de qué manera, Patxi López -o María San Gil- se han comprometido con el cumplimiento íntegro de la ley orgánica 3/1979: el Estatuto. No lo han hecho, ni lo harán). El Plan Guevara representa un retroceso cierto con respecto al Estatuto de Gernika en aspectos irrenunciables.
Estamos en un proceso de ‘‘bombas de humo’’. Hace unos días, venía a Euskadi la ministra de Educación para anunciar (rodeada de candidatos de su partido) que iba a poner en marcha no-se-qué-centro de investigación. Se olvidan que el artículo 10 del Estatuto de Autonomía dice: ‘‘La Comunidad Autónoma del País Vasco tiene competencia exclusiva en las siguientes materias: 16. Investigación científica y técnica en coordinación con el Estado’’.
En ese curioso debate sobre la reforma del Estatuto catalán, decía José Luis Rodríguez Zapatero que dicha reforma no podría, en ningún caso, modificar las leyes orgánicas vigentes. ¿Desde cuándo al PSOE le importa la modificación del leyes orgánicas? ¿Por qué una ley orgánica no puede modificar otro ley orgánica? La llamada ley Ledesma (Ley orgánica del Poder Judicial) supuso un ataque gravísimo contra la ley orgánica 3/1979, modificando el texto del Estatuto, dejando el poder judicial en Euskadi bajo sospecha permanente. Especialmente, porque, por un lado, una parte del Consejo del Poder Judicial tiene como único mérito ‘‘democrático’’ el haber superado un concurso-oposición algunos de sus miembros. Incluso, accedieron a la carrera antes de 1977 (en los tiempos en que era obligatoria jurar los Principios del Movimiento Nacional).
Por su parte, Manuel Chaves, presidente del PSOE, en ese debate sobre el Estatuto catalán, se mostraba enérgico al decir que no toleraría que se rompiese la ‘‘caja única’’ de la Seguridad Social. Lo de siempre: que el PSOE ‘‘jamás’’ cumplirá el Estatuto de Gernika, teniendo en cuenta que su artículo 18.2 b dice: ‘‘Corresponde al País Vasco (...) 2. En materia de Seguridad Social corresponderá al País Vasco: b. La gestión del régimen económico de la Seguridad Social’’. El Plan Guevara rebaja este derecho a la ‘‘cogestión’’.
Un partido que en veinticinco años ha sido incapaz de cumplir la palabra dada en 1979 tiene, como único objetivo, «desalojar al PNV» (a decir de Luis Rodríguez Aizpiolea). Durante este último año en el Gobierno central, los socialistas no han hecho el más mínimo gesto por transferir alguna de las competencias pendientes. ¿Qué garantías tienen los ciudadanos vascos de que Patxi López iba a traer las competencias del artículo 18, por ejemplo, si su jefe ya ha dicho que, de eso, nada. Y donde hay patrón, no manda marinero.
Josu Jon Imaz ya ha advertido que cualquier diálogo sobre la propuesta socialista pasa por el cumplimiento completo del pacto de Gernika, sin matices, ni interpretaciones, ni ‘‘cogestiones’’. Los catalanes parten de un Estatuto pleno. El PSOE quiere que arranquemos de esa LOAPA edulcorada que es el Plan Guevara.
Los competencias que se recogen en los artículos 10 y 18 son esenciales para el futuro inmediato de los ciudadanos vascos. Estamos hablando de la única forma de mantener los niveles de vida actuales ante una economía globalizada. La Comisión Europea ya ha advertido que los países deben gastar más del 3,5 por ciento del PIB en investigación y desarrollo. Para el PNV, por ejemplo, éste es un objetivo estratégico, tan como resaltó hace un año en su primer discurso como presidente del EBB Josu Jon Imaz. Y, por razones inconfesables, los socialistas se niegan a transferir la investigación científico-técnica. Por lo que se refiere al artículo 18, no sólo se nos niega gestionar el sistema de pensiones, sino la organización del mercado laboral. Da la impresión de que no interesa que se sigan reduciendo los porcentajes de paro.
Hay un hecho cierto y es que, a pesar de todo, los gobiernos nacionalistas han logrado en la última década colocar a la CAV en el número uno del ranking en renta per cápita y en el dos en PIB. El índice de paro está ya dos puntos por debajo de la media europea y por debajo de países como Francia, Italia o Alemania, y eso a pesar del bloqueo estatutario.
A los socialistas no les interesa la plenitud autonómica vasca. Les causaría problemas, por ejemplo, en Extremadura. Siempre recuerdo una frase de Rodríguez Ibarra, refiriéndose, eso sí, a los catalanes: «Los catalanes son ricos, porque los extremeños somos pobres». No está mal.